Castilla-La Mancha está, junto con las comunidades autónomas de
Andalucía y Castilla y León, a la cabeza en España de casos de
envenenamiento de animales en el campo a causa de los cebos que se
colocan para aniquilar zorros, al considerar que éstos hacen daño a la
caza, tal y como confirmaron fuentes de la Asociación Española de
Agentes Forestales y Medio Ambientales a encastillalamancha.es.
Pero el problema es que esos cebos envenenados se los comen rapaces
que son especies protegidas y otros carroñeros, como buitres, águilas,
linces o lobos, y que a causa de esta ingesta mueren de forma
irremediable. Poner cebos es un delito y por ello en la comunidad
autónoma se creó la Unive, la Unidad de Investigación de Venenos,
integrada por Agentes Medioambientales. Hay dos equipos cuyas sedes
están en las provincias de Toledo y Ciudad Real, donde más caza hay, y
que cuentan además con la ayuda de una unidad de perros adiestrados en
la detección de sustancias tóxicas y cebos que se encuentra en Albacete.
Unidades para luchar contra estos cebos que también se han creado,
por ejemplo, en Andalucía con la BIEF, en Murcia con la Brida, o en
Cataluña con su Unidad de Fauna.
LOS AGENTES MEDIOAMBIENTALES LUCHAN EN LA CONSERVACIÓN DE LA FAUNA AMENAZADA
En este sentido, hay que destacar el trabajo que realizan estos
agentes, unos 6.000 en todo el territorio nacional, quienes son los
encargados de controlar los aprovechamientos forestales, las vías
pecuarias, la caza y la pesca, los vertidos, la evaluación de impacto
ambiental, los espacios naturales protegidos, la extinción de incendios
forestales e investigación y la fauna y la flora amenazada, ya que
España cuenta con una amplia biodiversidad, la mayor de Europa.
Es por ello por lo que realizan censos de calidad, que les permite
conocer el estado y valorar las tendencias en sus poblaciones y es un
aspecto esencial para determinar si las medidas de conservación que se
puedan adoptar son eficaces.
INSPECCIÓN EN EL CAMPO DE LOS DISPOSITIVOS DE CONTROL DE LOS DEPREDADORES
Como crucial es la inspección que llevan a cabo en el campo de los
dispositivos de control de depredadores, como pueden ser los lazos, las
cajas trampa o los cepos, que se siguen empleando, según Aeafma, "para
capturar zorros, pero que pueden afectar a especies amenazadas como el
lince ibérico, el oso y el lobo. Como ejemplo reciente, el proyecto de
reintroducción del lince ibérico en Castilla-La Mancha y Extremadura a
través de LIFE Iberlince, que cuenta con la participación de los agentes
medioambientales en el control de estos dispositivos, imprescindible
para reducir la mortalidad no natural de los ejemplares liberados".
LOS ANIMALES QUE MUEREN ELECTROCUTADOS EN LAS LÍNEAS ELÉCTRICAS
Hay otros "puntos negros", por desgracia, para los animales.
Especialmente para las rapaces y las cigüeñas, que mueren en algunos
casos tras posarse en los postes eléctricos y achicharrarse por
electrocución. Los agentes, además, luchan contra las especies exóticas
invasoras, que pueden causar graves daños al ecosistema, como son los
casos del mejillón cebra y del jacinto de agua.
Por todo esto, desde Aeafma reclaman que las administraciones estatal
y autonómicas deben dotarles de la formación y los medios adecuados
para trabajar, "ya que se requiere cada vez más una formación y
preparación adecuadas. Aunque todavía existen carencias, lo cierto es
que en los últimos 20 años el colectivo ha mejorado notablemente su
preparación y se implica cada vez más en tareas que tienen relación
directa con la conservación de nuestros espacios naturales y
biodiversidad".