Se trata de la Unidad Canina de los Agentes Medioambientales, de las pioneras en el país, que comenzó su andadura en 2007 en Albacete, a través del Cuerpo de Agentes Medioambientales de la región, aunque su ámbito de actuación comprende toda Castilla-La Mancha. Debido a las exigencias que lleva implícitas el proceso de adiestramiento de los animales, el trabajo de esta Unidad no se materializó hasta el pasado 2008 que se creó tras observar la alta mortandad de especies que se producían en el medio natural.
Su objetivo no es otro que detectar la presencia de cebos y animales envenenados en el campo. Unas prácticas delictivas prohibidas en la Ley de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha y en el Código Penal, pero que se siguen realizando, supuestamente, para el control de "alimañas", si bien la ingesta de los cebos envenenados puede acabar con la vida de cualquier animal.
Prácticamente el cien por cien de los cebos envenenados se encuentran en cotos de caza y son colocados con el fin de acabar con zorros y otros depredadores. Para ello se impregnan pequeños trozos de carne principalmente con organofosforados y carbamatos,dos de los pesticidas más tóxicos y peligrosos que hay en el mercado.
La Unidad Canina está formada por nueve perros, dos Agentes Medioambientales y un personal laboral.
Ante el hallazgo de algún cadaver de fauna o cebo envenenado en el campo, requerir la presencia de los Agentes Medioambientales a tavés del 112 o en la oficina más cercana. ¡No lo toques!