Esto es así, ha indicado, con el fin de no impedir la aparición de nuevos ejemplares en el futuro y, por eso, "únicamente quedan autorizados para la recolección cuchillos, navajas, machetes y similares".
En el caso de los hongos hipogeos, ha dicho, "es preciso que inmediatamente después de extraídos del suelo se proceda a rellenar el hueco con la misma tierra que se extrajo para preservar su conservación".
Cabrero ha señalado que la norma estipula que es obligatorio utilizar en la recolección cestas u otros elementos de transporte que permitan la aireación, caída y dispersión de las esporas durante el trayecto.
Además, recomienda tener especial cuidado con las laminillas de las setas, para lo que es conveniente colocar el sombrero boca abajo para facilitar la dispersión de esporas.
Los hongos que no se conozcan o no vayan a recolectarse, o aquellos pasados, rotos o alterados, advierten los agentes medioambientales, "no deberán destrozarse ni pisotearse por desempeñar una importante función ecológica".
En el caso de setas del género Boletus, ha advertido, se recomienda la recolección de aquellas de un tamaño mínimo de cuatro centímetros de diámetro de sombrero, mientras que en el caso de los níscalos, el tamaño mínimo establecido es de 2 centímetros de diámetro de sombrero.
Finalmente, Rubén Cabrero ha indicado que con carácter general, está prohibida la recolección de hongos y setas por la noche, desde la puesta del sol hasta el amanecer.
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