Una vez en el interior los agentes comprobaron que los animales podrían llevar allí varios días ya que presentaban un avanzado estado de inanición. El perro situado dentro de la parcela y fuera de la cubeta de almacenamiento de agua se encontraba muy debil y los agentes comprobaron su docilidad y su estado; era el otro animal el que presentaba un problema, puesto que para llegar hasta él había que bajar hasta la orilla unos tres metros. Una vez avisadas a las autoridades locales del municipio para que mandaran a los servicios de recogida de animales con posible material para poder rescatar al animal, los agentes proporcionaron algo de comida al perro que tenían a su alcance. Como la espera parecía que podía hacerse larga, los agentes pidieron colaboración al encargado de la finca, proporcionándoles una cuerda, de la que uno de los agentes se ancló por la cintura y con la ayuda de su compañero y el encargado pudo llegar a la altura del animal.
Una vez a su lado ,el agente con mucha cautela se acercó al animal y comprobó que se encontraba abatido por el cansancio. Se observaba en todas las paredes de la balsa las marcas de intento de subida del animal, así como marcas en el fondo de la orilla donde debió de estar nadando durante, al parecer, días, por lo que tenía las pezuñas destrozadas y ensangrentadas. La primera reacción del perro al ver a su rescatador fue como la de cualquier ser humano podría tener, queriendo afianzarse sobre el agente para poder salir de aquel lugar; en su estado de debilidad resbaló y volvió a caer al agua, teniendo problemas incluso para poder mantenerse a flote y llegar de nuevo a la orilla. Fué en ese preciso instante cuando el agente se percató de las ganas de vivir del animal y de que lo sacaran de ese sitio y estiró sus brazos para cogerlo, subiendo por las paredes de la balsa rápidamente con la ayuda de los rescatadores arriba ubicados.
Una vez arriba, los dos perros fueron custodiados por uno de los Agentes Medioambientales mientras el otro al ver que la ayuda de los servicios municipales tenía problemas en encontrar el lugar de los hechos, acudió en su búsqueda y a por alimento y agua para que los perros pudieran reponer fuerzas.
Finalmente se dio traslado a los perros a las instalaciones municipales, donde fueron atendidos de inmediato por los servicios veterinarios del municipio en presencia de los Agentes Medioambientales. La veterinaria corroboró que dichos animales habían estado bastantes días sin comer pero que, a pesar de todo se recuperarán pronto.
Los perros no llevaban chip identificativo por lo que los agentes siguen realizando las investigaciones pertinentes y las acciones oportunas para que esta situación no se vuelva a repetir. Se trata de dos machos de talla grande y muy nobles que esperamos que pronto puedan tener una vida como se merecen y sin sobresaltos de ningún tipo.
Desde APAM CLM instamos al Gobierno a que apueste y ponga en marcha al 100 % a las Unidades de Intervención de Difícil de Acceso, unidades compuestas por agentes en cada una de las provincias, capacitadas para acceder a lugares donde el resto de agentes no pueden por medios y/o seguridad, como cortados rocosos, árboles, balsas de riego, etc.