La Asociación Profesional de Agentes
Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) ha alertado este lunes de la
presencia de caracol gigante africano Achatina fulica en la región, tras la
intervención de un gran número de ejemplares en la provincia de Toledo.
Según APAM, fueron efectivos de la
Policía Local quiénes descubrieron un anuncio en Internet en el que se
regalaban jóvenes ejemplares de esta especie, tras lo que localizaron a la persona
que los poseía y le informaron de que la tenencia de estos ejemplares se
encuentra prohibida, al tratarse de una Especie Exótica Invasora.
Acto seguido, la Policía Local
trasladó aviso al Cuerpo de Agentes Medioambientales, que se personaron en el
domicilio para proceder al decomiso de los caracoles. El poseedor los entregó
sin impedimento alguno, ya que desconocía los graves perjuicios que el caracol
gigante africano puede provocar, así como la prohibición de poseerlos.
Una de las peores plagas
El Achatinafulica, cuya concha puede
superar los diez centímetros, se considera como una de las peores plagas de
caracoles a nivel mundial, tanto por su efecto devastador sobre cultivos de
gran variedad de especies por su voracidad destructora, como por la transmisión
de patógenos vegetales que afectan a los cultivos, así como por ser transmisor
de parásitos peligrosos para la salud humana.
Por otra parte, desde el punto de
vista ecológico, su alta voracidad produce un desequilibrio ecológico de los
ecosistemas, allí donde es introducido.
En España se tiene constancia de su
presencia en Andalucía, comunidad que se encuentra realizando un seguimiento de
su situación.
Son fértiles a partir de los 5 ó 6
meses de vida y su fecundidad dura unos 400 días, enterrando más de 100 huevos
en el sustrato en el primer año de vida, y más de 500 en el segundo año. A
partir del segundo año las puestas empiezan a declinar hasta los 5 años de
vida, llegando a producir más de 1000 huevos durante su vida. Sus
características de voracidad, alta tasa reproductiva y competencia con las
especies autóctonas, produce un grave efecto sobre el equilibro ecológico del
ecosistema.
Riesgos para la salud pública
El caracol africano se constituye como
una especie con riesgo potencial para la salud pública, al ser hospedador
intermediario de parásitos que pueden provocar meningoencefalitis eosinofílica
y angiostrongiliasis abdominal en humanos.
Como hospedadores intermediarios,
pueden transmitir el parásito al hombre, por el consumo directo de éstos, o al
haber contaminado verduras con la sustancia mucosa del caracol, al ingerir las
verduras mal lavadas o a través del consumo de carme de otros animales, como el
cerdo o el pollo, que también se hayan infectado.
Recomendaciones de APAM-CLM
- No adquirir caracoles africanos bajo
ningún concepto, ya que su tenencia se encuentra prohibida al tratarse de una
especie incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
- Evitar cualquier tipo de
manipulación o contacto con los caracoles y, en caso de tener que hacerlo,
hacer uso de guantes de nitrilo o de látex (doble capa), cogiendo el caracol
por la concha para evitar cualquier contacto con la mucosa.
- No liberar los caracoles en ningún
caso en el Medio Natural.
- En caso de posesión de
Achatinafulicao conocimiento de locales donde se distribuya esta especie,
alertar inmediatamente a los Agentes Medioambientales a través del teléfono de
emergencias 112, para que podamos retirarlos a la mayor brevedad posible.
- No liberar los caracoles en ningún
caso en el Medio Natural.
- En caso de posesión de
Achatinafulicao conocimiento de locales donde se distribuya esta especie,
alertar inmediatamente a los Agentes Medioambientales a través del teléfono de
emergencias 112, para que podamos retirarlos a la mayor brevedad posible.
Fuente: El Digtal CLM