"Estos compañeros son un ejemplo de responsabilidad y
profesionalidad, muchos de los cargos políticos que tenemos en la
administración deberían tomar este ejemplo de servicio al interés
publico y no interés político, por lo que van a tener nuestro apoyo
durante el proceso. Nos vamos a encargar de transmitir a la Fiscalía
todas las presiones y las coacciones que sufran, y que sepan también que
cuentan con el respaldo de la Asociación Española de Agentes Forestales
y Medioambientales, no solo con APAM CLM; vamos a plantear cómo,
presuntamente, se les ha invitado a abandonar la oficina en la que
prestan servicio porque entendemos que puede ser un caso de mobbing, que lo vamos a denunciar y vamos a hacer públicas todas y cada una de las presiones que estos compañeros sufran".
Son declaraciones del presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM CLM), Rubén Cabrero,
a encastillalamancha.es en referencia a los dos agentes
medioambientales que en diciembre pasado denunciaron ante el Juzgado y
la Fiscalía de Cuenca las transformaciones de viñas en vaso a espaldera
que desde 2010 se han realizado en parcelas de particulares dentro de la
Reserva Natural del Complejo Lagunar Manjavacas y que, según ellos, se
llevaron a cabo "ignorando de forma sistemática y deliberada la
obligación de solicitar un informe ambiental previo, tal y como publicó
este periódico (pinche aquí para leer la información).
Recordemos que tras la publicación del caso en encastillalamancha.es,
tanto Ecologistas en Acción como la Sociedad Albacetense de Ornitología
(SAO) anunciaron que se personarán como acusación particular.
"LOS HAN QUITADO EL ORDENADOR Y NO PUEDEN ATENDER A LOS CIUDADANOS"
Respecto a que "se les ha invitado a abandonar la oficina" donde
trabajan, en la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Belmonte, en la
Delegación Territorial de San Clemente (Cuenca), Cabrero ha recalcado
que el martes 10 "los informáticos de la Junta fueron a la oficina y
desmontaron y se llevaron el ordenador con el que trabajaban los tres
agentes medioambientales allí destinados (dos de ellos, los autores de
la denuncia), con lo que esos agentes ya no pueden trabajar allí porque
no tienen ordenador, no pueden redactar denuncias y, por lo tanto, no
pueden atender al ciudadano. Ellos van a seguir yendo a su puesto de
trabajo, pero cada vez que tengan que hacer cualquier papel no lo van a
poder hacer y tendrán que desplazarse a la oficina que tienen más cerca,
en San Clemente, que está a 50 kilómetros. Es poco más o menos una
clara invitación para que se vayan".
Cabrero concluye que son "precisamente este tipo de actuaciones de
los agentes medioambientales, que presentemos atestados en los Juzgados
en los que puedan estar implicados cargos públicos es lo que provoca que
quieran limitar nuestra función de policía judicial con la nueva Ley de
Montes, para que precisamente estas cosas no se destapen y no vean la
luz".
Enlace noticia: http://www.encastillalamancha.es/noticia/52789/wwwencastillalamanchaes