“España tiene que defender por ley al lobo ibérico,
tal y como sucede en Portugal. De este modo, la sociedad española
recuperará a un animal que en estos momentos se encuentra ubicado en un
limbo normativo que le condena a muerte”. Así de contundente se ha
mostrado hoy el naturalista Luis Miguel Domínguez, en la inauguración de
las jornadas que sobre conservación de nuestras especies protegidas se
están desarollando en la localidad toledana de Los Yébenes, organizadas
por APAM-CLM (Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de
Castilla-La Mancha).
Domínguez ha explicado la difícil
situación del lobo en todo el mundo, con una gran persecución que está
llevando a situaciones límite en algunas zonas. “Los principales
peligros del lobo son la pasta y los políticos”, ha dicho el naturalista
quien ha hablado del desaparecido Félix Rodríguez de la Fuente. “Él
quería mucho al lobo ibérico, pero quería más –ha añadido- quería
convertirlo de alimaña en especie protegida” y esa es la tarea que se
han propuesto desde el movimiento ‘Lobo Marley’.
Y es
que, estudios realizados por la Universidad Autónoma de Barcelona y del
CSIC han puesto de relieve la necesidad de asegurar el futuro del lobo
mediante el crecimiento constante de las poblaciones, siempre que sea
posible, así como la importancia de evitar la fragmentación poblacional y
del deterioro.
Porque, como pone de manifiesto
Domínguez, el lobo ibérico sufrió en los años 70 un cuello de botella
que a punto estuvo de acabar con su herencia genética.
El
naturalista también insistió en que, a pesar de la defensa a ultranza
del lobo “símbolo de la península ibérica, mi idea no es estar frente a
los ganaderos, sino que considero que ambos pueden convivir sin
problemas. Porque la aportación del lobo a la conservación del
ecosistema es imprescindible, ya que genera carroña suficiente para que
se mantengan otras especies como el águila imperial”.
Pese
a la “mala reputación” del lobo ibérico, los datos reflejan que, en el
último año, los ataques del lobo sólo afectan al 0,092% del ganado
gallego, por ejemplo.
“Lo más importante es que se
conozca al lobo, porque de este modo aprenderemos a quererle y
respetarle”, ha dicho Domínguez. Y así lo ha constatado el más de medio
centenar de Agentes Medioambientales que se han dado cita en la Dehesa
Boyal. Procedentes de distintos puntos de la geografía española, los
agentes son claros defensores del lobo, según ha explicado Luis Díaz
Villaverde, presidente de APAM-CLM.
A lo largo de la
jornada, los agentes han conocido la situación de otras especies
protegidas como el águila imperial ibérica, la cigüeña negra o el buitre
negro.