Cree que la Ley de Caza que aprobó Cospedal se ha convertido en fuente de conflicto, que habrá que cambiarla y que todos deberían “ceder” en sus posiciones.
Miguel Ángel Martín (Madrid, 1977) es desde hace dos semanas presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM). Este madrileño con orígenes familiares en Toledo y Ciudad Real acaba de sustituir a Rubén Cabrero quien pasa a dedicarse, en exclusiva, a sus funciones como presidente de la asociación nacional AEAFMA.
El
nuevo presidente del colectivo es agente medioambiental desde hace siete
años. Una actividad que ha repartido entre Guadalajara, donde trabajó
durante un año, y el resto ha ejercido en la zona de Ocaña (Toledo).
Llega a la dirección de APAM-CLM en un momento clave
para el colectivo de 500 agentes medioambientales que trabajan en la
región porque, coincidiendo con la joven legislatura, aspiran a
conseguir una ley que regule su actividad (ahora trabajan bajo los
parámetros de un reglamento “muy genérico”) y que les permita asumir
nuevas competencias. En particular, las relacionadas con emergencias.
“El número de llamadas al 112 por problemas relacionados con el medio
ambiente ha crecido un 300% “, explica para afirmar que su servicio es
algo que “demanda la sociedad”.
“No queremos estar por encima del Seprona pero tampoco por debajo”
Además, dicen no querer “descuidar” su función técnica en vías
pecuarias, montes públicos…pero asumiendo un papel “policial” que les
permita pasar de las denuncias administrativas a poder actuar sobre el
delito.
En este sentido, reconoce que las
competencias se solapan con las de la Guardia Civil, a través del
Seprona. “Entre la policía local y nacional existen protocolos y no se
suelen pisar en sus actuaciones. Nosotros lo que demandamos no es estar
por encima del Seprona pero tampoco por debajo y si hay que poner en
marcha convenios de colaboración, pues crearlos”.
Además, apuestan por desarrollar las distintas especialidades del
cuerpo: la unidad canina, la de altura, la de investigación de venenos y
la de calidad ambiental. “Funcionan mal, de forma muy genérica y con
muy poco apoyo de la administración”.
“El medio
ambiente para mucha gente hoy es un hobby y se generan muchos problemas.
Necesitamos más personal, deberíamos ser al menos 700 tal y como marca
el Plan de Conservación de la Naturaleza”, asegura.
Y
no sólo eso, también abogan por un cambio en la dependencia jerárquica
del cuerpo de agentes medioambientales que pasaría por dejar de estar
vinculados a la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo
Rural para integrarse en la Dirección General de Protección Ciudadana
que actualmente depende de la Consejería de Hacienda y Administraciones
Públicas. “Allí hay más coordinación para el tipo de trabajo que
ejercemos”, argumenta Martín.
No son peticiones
nuevas. Ahora esperan ser recibidos por el presidente de Castilla-La
Mancha, Emiliano García-Page aunque, de momento, la próxima cita la
tendrán en Agricultura, aún sin fecha ni interlocutor. “Ya en un par de
ocasiones el presidente nos ha derivado a sus representantes pero no
vamos a parar hasta que nos reciba él porque ya tuvimos una reunión con
el director general y nos dijo que determinadas cosas solo podían
decidirse desde arriba”.
“En el medio natural también hay muchos casos de maltrato animal”
Los agentes medioambientales dicen sentirse “excluidos” de la Ley de Protección Animal que
prepara el Gobierno de Castilla-La Mancha. Aseguran haber pedido “por
activa y pasiva” que la futura norma recoja y refuerce las funciones del
Cuerpo de Agentes Medioambientales para “proteger los derechos de
bienestar y sanidad de los animales”.
De momento, no
ha sido así. “Nos dicen que el tiempo que dediquemos a estos temas se lo
quitamos al monte. En realidad hay muchos casos en el medio natural de
maltrato animal”. Se refiere, en particular, a los casos de maltrato de
perros durante la práctica cinegética, “con los animales de las realas
hacinados y con escasa higiene”, de falta de cuidados a los caballos o
“cuando ciertas personas recogen animales silvestres para llevarlos a
casa. Eso también es maltrato animal y nosotros deberíamos tomar
medidas, pero nos dejan fuera”.
“Tenemos un enorme
potencial que la administración no quiere respaldar”, sostiene, para
aclarar también que el colectivo “no pide más sueldo sino más
competencias, mejores medios y más personal”.
La “tensión” entre ecologistas y cazadores
Miguel Ángel Martín tiene su propia opinión sobre la ‘ola’ de maltrato animal en
la provincia de Ciudad Real. “No sé si tendrá que ver la tensión entre
colectivos ecologistas y quienes defienden los temas más tradicionales,
lo que ellos llaman culturales. Hay enfrentamientos con colectivos de
caza, por ejemplo y por ahí puede venir el problema. Mientras que no
haya una Ley que se posicione y todos cedan un poco…Este problema lo
vamos a tener que atajar tarde o temprano”.
Aboga por conciliar los intereses ecologistas con los de la práctica de la caza. Y en este sentido, la Ley de Caza aprobada
por el Gobierno de Dolores de Cospedal que acaba de cumplir un año no
ayuda y se ha convertido en otra fuente de conflicto porque la nueva
norma “ha empeorado en más puntos de lo que ha mejorado”.
Cree que la norma tendrá que ser modificada para “llegar a un punto
intermedio” ya que, asegura, en la actualidad “mira más por el sector
cinegético” porque “la Ley de Caza se creó demasiado rápido, con pocas
consultas y con claros intereses por una parte”.
“En la reintroducción del lince se ha querido correr demasiado”
El presidente de APAM valora la campaña de reintroducción del lince ibérico y
cree que “se podría haber hecho mejor” porque, recuerda, “ya son unas
cuantas muertes y el problema es que en su día se quiso correr demasiado
cuando antes se tenían que haber atajado otros problemas, como los
métodos de captura de depredadores que existen en el campo. Son métodos
no selectivos y son masivos en los que caen los animales protegidos, nos
guste o no”.
Alaba la “importante” campaña de
concienciación en el entorno rural para preservar al lince ibérico pero
cree que no es suficiente. “Hay más temor por ser un animal protegido
que concienciación”. Y algo similar ocurre con la práctica de colocar
veneno en el campo. “Hay gente con mentalidad muy antigua y no hay
manera. La única forma es que te toquen el bolsillo porque aunque la
educación funciona, siempre hay casos que se salen de lo normal”.
Los castellano-manchegos, un notable en comportamiento ambiental
“Siempre se puede mejorar pero a los castellano-manchegos les pondría
un siete en comportamiento ambiental”, dice este profesional que piensa
que en el ámbito regional aún hay que cambiar determinados
comportamientos. En concreto, alude al relacionado con la Laguna de Manjavacas en Mota del Cuervo (Cuenca),
donde los agentes han denunciado en reiteradas ocasiones la presencia
de "viñedos ilegales" en plena Mancha Húmeda. “La problemática sigue ahí
y no se soluciona. Así no avanzamos”.
Los drones y el monte
Los agentes medioambientales creen que la utilización de drones en el
monte es “una herramienta más” siempre y cuando el uso sea “responsable”
y se cumpla la normativa. “Hemos denunciado casos de gente que graba
demasiado cerca a las especies protegidas. Con las aves se han dado
casos en los que esa cercanía ha provocado el abandono de nidos con los
polluelos dentro”.
Lo que tiene claro es que “un dron
no sustituirá a una persona en las labores de vigilancia y menos cuando
tenemos tantas competencias”.
Por otro lado, el
nuevo presidente pide también a las compañías eléctricas que “pongan más
de su parte” para mejorar los tendidos eléctricos en los que mueren
algunas especies. En este sentido, cree que las empresas deberían
disponer de un inventario para saber qué tendidos están incumpliendo las
medidas de seguridad y “no esperar a que nosotros denunciemos”.
Enlace noticia: http://www.eldiario.es/clm/maltrato-animal-tension-ecologistas-cazadores_0_491001715.html