Agentes Medioambientales de
Toledo pertenecientes a la Demarcación Territorial de Belvís de la Jara, sorprendieron a
tres cazadores furtivos durante un operativo establecido para la
vigilancia y control de una montería celebrada en la zona
de Los Montes de Toledo la pasada semana.
Los tres cazadores fueron
interceptados por los agentes cuando se encontraban a una distancia de
menos de 1.000 metros de las proximidades de la mancha autorizada para la
caza, lo que se conoce como “retranca”. Tras su identificación, los
cazadores negaron los hechos, pero los agentes encontraron una mochila
que habían ocultado en el monte, donde les fueron intervenidos dos
cuchillos de monte, un hacha, guantes y carne de un ciervo abatido
dentro de una bolsa de plástico.
De los tres cazadores, uno de
ellos confesó que estaba cazando, pero los otros dos negaron en todo
momento su participación en dicha caza ilegal. Tras varios días de
investigación e inspección de la zona, los Agentes Medioambientales
encontraron las armas de los otros dos cazadores escondidas entre la
vegetación del monte, en la zona donde se produjeron los hechos. Uno de los rifles ocultos tenía un cargador que por sus características se considera ilegal para la práctica de la caza y el otro poseía una modificación en el cañón para acoplar un silenciador, un medio prohibido. Las
armas fueron decomisadas y entregadas en el puesto de la Guardia Civil
correspondiente.
Durante la temporada de caza, los Agentes
Medioambientales de Castilla-La Mancha se enfrentan a situaciones como ésta de forma habitual. Su gran conocimiento del terreno y la
experiencia que atesoran en este tipo de actividades ilegales, les
convierten en una herramienta indispensable en la lucha contra el
furtivismo.