miércoles, 3 de septiembre de 2014

Los Agentes Forestales – La primera línea.

Muy buena la entrada sobre el Cuerpo de Agentes Forestales en el Diario Mistral (periódico digital de montaña y escalada).
Esta es la visión que tiene del Cuerpo un usuario del medio natural. Visión muy realista y que muestra nuestra actualidad, lamentablemente. Sin desperdicio


¿Qué es un Agente Forestal? Para muchos es el individuo vestido de verde o caqui que pasea por el campo vigilante y presto a echarte la bronca por algo. Se les tiene poco respeto o nada. Para muchos no dejan de ser molestos funcionarios de estómago agradecido que están porque tienen que estar. Claro. La ignorancia y el atrevimiento van de la mano. El Cuerpo de Agentes Forestales es mucho más. Son la primera línea. La primera línea física y probablemente las más antigua. Se trata de un cuerpo uniformado con más de 130 años de historia. Pocos lo saben, pero tienen otorgado carácter de agente de la autoridad y policía judicial genérica, (Ley de Montes estatal).

El origen de los Agentes Forestales está en el denominado “Capataz de cultivo”. Hace falta irse hasta el reinado de Carlos II, en el año 1677 para conocer su primera aparición, o al menos, regulación. Fue entonces cuando se dictó una ordenanza real, disponiendo “la vigilancia de las masas arbóreas y los animales salvajes que las habitasen por todas las autoridades de la monarquía a quienes correspondiesen”.
Fue Fernando VI quien en 1748, mediante el artículo 25 de una nueva ordenanza, nombraba: “Guardas de campo y monte con ese título, o el de celadores, ordenándoles que prendan, denuncien a los taladores, causantes de incendios, introductores de ganados, plantíos, procurando que dichos guardas sean personas de buena opinión, fama y costumbres.” [..]

Pero hay que ir hasta el año 1887, durante el reinado de Alfonso XII, cuando fue creado el cuerpo de “Capataces de cultivo”, (previo a los Agentes Forestales), dentro de la Ley de Repoblaciones Forestales.
Están mucho antes que cualquiera de nosotros. Hace 300 años ya existía preocupación por el medio, una preocupación más profunda y menos interesada que la de hoy en día, y fue entonces cuando empezó a germinar el actual cuerpo de Agentes Forestales.
Con estas pinceladas, uno entiendo las reivindicaciones de este cuerpo, reivindicaciones del siglo XXI con medios, (en algunos casos), del siglo pasado.
Las transferencias de competencias del Estado hacia las Autonomías, fue poco a poco mermando la importancia y dotación presupuestaria de este cuerpo. Son agentes de la autoridad a los que se les despoja de medios pero se les continúa exigiendo el cumplimiento de su responsabilidad. Es cierto que algunos dependen directamente del Ministerio, también es cierto que en algunas comunidades autónomas como la madrileña, se les maltrata y arrincona hasta límites insospechables, como nota, un botón.
Los Agentes Forestales tienen la misión de hacer cumplir las leyes medioambientales, pero no se les dota de medios. Son la primera línea, son los que primero ven un incendio o la comisión de un delito medioambiental. No hace falta recordar que, con el archi-famoso tema de las 1.300 cruces, el colectivo de Agentes Forestales de Peñalara fue el que primero se hizo eco del problema, (a nivel administrativo queremos decir), y pareciera ser que se trata de un grupo de amantes de la naturaleza de carácter privado y autónomo.

Ahora ya, sabiendo que un Agente Forestal es un agente de la autoridad como lo es un policía, cuesta entender la capacidad psicológica necesaria para enfrentarse a según qué casos. ¿Alguien se imagina a un policía local mediando en un delito únicamente con el uso de la palabra? ¿Cómo se interviene en un robo con violencia desprovisto de arma reglamentaria? No hablamos de dotar a los Agentes Forestales de un M-16, un AK-47 o un CETME español de los de antes pero, si vemos lógico y normal que un policía porte armas, ¿Por qué un Agente Forestal no puede?
AEAFMA denuncia la retirada de armas de defensa a los Agentes Medioambientales de Castilla y León

Además de esto. El número de Agentes Forestales es ridículo. ¿Unos 6.000 para toda España? Pero no es eso lo peor, (la cifra), lo peor para mí es la utilización de unos recursos profesionales y vitales para el cuidado del medio. Tengo, (no sé si os pasa), la sensación de que nos hacen creer que los Agentes Forestales están porque tienen que estar. Si algo estoy seguro que tiene un Agente Forestal que no tiene ningún otro, (exceptuando SEPRONA y asimilados dedicados al cuidado del medio), es algo que los hace únicos entre su especie: HISTORIA Y PASIÓN POR LA NATURALEZA Y EL MEDIO AMBIENTE. Eso, no se paga con dinero.
Tenemos que hablar más de los Agentes Forestales, tenemos que conocer su historia, su labor y luchar junto a ellos por aquellas reivindicaciones que, (lógicamente y al menos), nos parezcan que lleven aparejada una repercusión directa sobre el medio en el que desarrollamos nuestra actividad y pasión, la montaña. Muchas similitudes ente sus objetivos y los de los montañeros, echar un vistazo, lean y comprobarán lo cerca que estamos de ellos.

Fuente: www.diariomistral.com